Kiribati somos dos que somos cuatro. Somos un matrimonio con dos hijas y juntos formamos el mejor equipo. Kiribati ha nacido gracias al amor que les tenemos a nuestras hijas y la progresiva preocupación sobre el calentamiento global, la destrucción de la naturaleza, el maltrato a la Tierra… y sobre el legado que vamos a dejarles a ellas. Para nosotros es muy importante educarles en el cuidado de uno mismo y el de los demás, así como en el cuidado de nuestro hogar; El planeta. Desde nuestro pequeño espacio llamado Kiribati queremos, de vuestra mano, ir creciendo y aprendiendo cada día más a cuidar de él. Queremos mejorar las cosas, pues pensamos que siempre hay que dejarlas mejor de cómo te las has encontrado y, trabajaremos para ello. Nuestro objetivo es hacer cosas por el planeta, por los demás y con los demás

Porque Kiribati, el archipiélago, se nos va. Porque en unos quince o veinte años habrá desaparecido como consecuencia del cambio climático, y creemos que Kiribati es una muestra de aquello que se ha hecho mal y que hay que cambiar y no volver a hacer. Y el cambio pasa por nuestros hijos, a quienes tenemos que educar en la sostenibilidad, en el respeto por el planeta y por las personas, para que en el futuro no haya más Kiribatis.

...en las personas, en lo que podemos lograr todas juntas, en la bondad y en la unión de la gente. Creemos en la naturaleza, pues todos formamos parte de ella. Ahora, nuestro hogar, la Tierra nos está pidiendo ayuda y debemos ayudarle. Se lo debemos a ella, por todo lo que nos da, pero también se lo debemos a nuestras futuras generaciones, que tienen el derecho a disfrutarla. Si nos unimos, si actuamos como comunidad, lograremos muchas cosas juntos, y aún estamos a tiempo para ello.

...a nuestros ideales ni a nuestras metas. Lucharemos por conseguirlas, siempre buscando mejorar y aportar todo lo que nos rodea. Nunca por enriquecernos, llevaremos a cabo acciones que vayan en contra de nuestros valores de marca.

...los niños y nos importa el planeta. Con nuestros bañadores estarán cómodos, protegidos, preciosos y concienciados de la importancia de sus acciones para frenar el cambio climático. Si desde pequeños son conscientes de que sus bañadores han ayudado a limpiar los mares, salvado millones de peces y que han generado menor contaminación, les estaremos enseñando y educando en valores para que se conviertan en seres humanos maravillosos.